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KINTON BRANDS

Tengo una idea y ¿ahora qué?

Samuel Ferrer. Diseñador de Marca

Creo que todos alguna vez hemos tenido una idea que pensamos podría convertirse en un negocio. 

Algunos la dejan pasar por distintos motivos. Otros no.

Estos son los que suelen emprender. 

Ahora bien, que tengas una idea no quiere decir que sepas qué hacer con ella. 

En este artículo recojo algunos tips o pasos muuuy generales de cómo hay que enfocar un nuevo proyecto centrándome en el momento en que una idea se convierte en una Marca y cómo ésta ayuda a definir, mejorar e identificar un negocio. 

El enfoque es clave

Sin objetivos trabajas en un listado de tareas sin foco en tu esfuerzo por conseguir valor. Con metas y objetivos enfocarás el día con decisión y lo acabarás con la satisfacción de haber conseguido algo. 

La mejor manera de conseguir tus objetivos es tener identificados tus deseos a alcanzar, pensar en aquellas tareas que poco a poco te vayan acercando a tu objetivo y hacerlas.

Muchos son los retos a los que se enfrenta todo emprendedor: Saber si el camino es el adecuado, ser visible, relevante y confiable, saber invertir los recursos, gestionar la incertidumbre, etc…

Por eso, lo primero es saber en qué estado tienes tu “idea”, si es una idea abstracta o general y pensar qué problema vas a solucionar y para quién. Para después aplicar una buena implementación.

«Cualquier buena idea mal implementada es una mala idea»

Andy Stalman

Para ayudarte a implementar tu idea es recomendable seguir una estructura guía que te permita orientarte. Podemos englobar el proceso dentro de 3 grandes bloques: Definir, Validar y Ajustar. 

Paso 1: Define tu hipótesis

  • Qué problema vas a solucionar y qué te motiva a ello
  • A quien se lo vas a solucionar
  • Cómo lo vas a solucionar
  • Cómo vas a ganar dinero con esa solución

Paso 2: Validar tu hipótesis

  • Crea un Mínimo Producto Viable que te permita ver en funcionamiento tu solución
  • Lánzalo al mercado y testea con una muestra de tu cliente objetivo. Esta parte es muy importante pues te sirve para tener feedback real de cómo puede ser acogida tu solución.

Paso 3: Haz los ajustes necesarios

  • Ajusta, pivota y vuelve a testear hasta que definas la solución por la que la gente te paga.

Vale ¿y la marca para cuando? Este es un proceso que los emprendedores suelen obviar y que suelen asociar a tener un nombre y un logo. Pero la marca y su gestión son los cimientos sobre los que se va a construir tu negocio y por tanto debe ser trabajado desde el primer momento. 

Y me dirás, ¿tengo que tener una marca antes incluso de saber si mi idea es válida? Tienes que tener definida la esencia de la marca, porque en el momento que sales al mercado y alguien interactúa contigo te conviertes en una marca y debes controlar el proceso para poder generar conexiones emocionales y racionales con tu público.

Para crear una marca mínima básica no se necesita una gran inversión, ni en tiempo ni en dinero. Con el método adecuado en pocos días puedes tener una marca profesional y funcional. 

Me gustaría hablarte del método Brand Sprint, creado por Jake Knapp, inventor del Design Sprint, y un autor de los best sellers “Sprint” y “Make Time”

Esta metodología permite crear una marca (no un logo) muy básica pero muy funcional en pocas horas a través de un proceso de trabajo en equipo. 

Consiste en 6 ejercicios de duración determinada:

  1. Hoja de ruta en 20 años

El primer paso de este método se invita a mirar al futuro y pensar en lo que la empresa podría estar haciendo dentro de 20 años. 

  1. El Círculo de Oro

Este segundo ejercicio tiene el objetivo de saber por qué del negocio y hablar sobre la motivación que ha llevado a crear el proyecto

  1. Los valores principales

Se enumeran y clasifican los valores de la empresa para decidir qué es lo que importa realmente o cuáles son los principios de toma de decisiones

  1. Audiencias principales

Cada miembro del equipo enumera todas las audiencias posibles y se ponen en común. De esta manera nos damos cuenta de que la marca es importante no solo para el cliente final sino para cualquiera que interactúa con ella

  1. Deslizadores de personalidad

El equipo dibuja un diagrama con cuatro rangos de personalidad y cada uno valora que en rangos de vincula la empresa.

  1. Programa competitivo

En este ejercicio se dibuja una matriz de coordenadas y se ubican en ella tanto a  las empresas de referencia como a la propia  de modo que todo el equipo visualiza el posicionamiento de la marca y sirve de referencia en la toma de decisiones.

Al final de este proceso de creación podremos definir una idea de marca y nos daremos cuenta de que existe una vinculación directa entre marca y negocio,  pues son indivisibles. 

Ya hemos visto las fases de creación de una idea en un producto mínimo viable que luego hay que testar y validar y para cada una de esas fases el rol de la marca de ser proporcional y vital.

Para la fase de definición conviene crear una marca mínima básica (esencia e identidad) que debemos centrar en 2 aspectos que tienen aplicación práctica:  elevador speech y  diseño del producto 

Para la fase de validación debemos centrarnos en crear reputación para conseguir atraer potenciales usuarios y sobretodo talento. Aqui es clave empezar a generar contenidos que nos ayuden a activar el proyecto. 

Para la fase de ajuste debemos centrarnos en dotar flexibilidad y escalabilidad a la marca y es en este momento donde un enfoque estratégico es clave. 

Estrategia, Identidad, Relato y Plan de Activación son los conceptos que te ayudarán a que tu marca creada de gorda acompasada con tu negocio.

Según las necesidades de tu proyecto la marca deberá adaptarse y ser lo suficientemente flexible para evolucionar al ritmo del proyecto.

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